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Un poco de Enfermedad Renal Crónica

Lamentablemente, la enfermedad renal crónica (ERC) es cada vez más frecuente en México. La diabetes y la hipertensión son sus causas principales. Sin embargo, también existen otras causas como las hereditarias, las intensas deshidrataciones y otras que aún se están estudiando y que están directamente asociadas a la contaminación.

La ERC para su estudio se ha clasificado en 5 etapas o estadios. Los estadios 1 a 2 se detectan solo con análisis en la orina y en la sangre. Cuando los riñones comienzan a fallar, se incrementan algunas sustancias que deberían ser orinadas y que el médico observará en los análisis que te realices.

Por ello, debes visitar el médico y realizarte al menos un análisis de orina al año, aunque te sientas muy bien.

Cuando la enfermedad avanza a un estadio 3 (entre el 30 y 60% de la función del riñón), además de la presencia de sustancias en tu orina y sangre, se pueden presentar en algunos síntomas como hinchazón de los pies, pero también es posible que no se tengan síntomas. Tus riñones en esta etapa están trabajando ya a marchas forzadas, con mucho estrés y debes ayudarlos con la atención inmediata.

En la enfermedad renal, el médico especialista y las pruebas de laboratorio determinan tu estadio y definen el tratamiento para impedir que la enfermedad avance. Tú y tu médico acuerdan metas cuatrimestrales. Es decir, debes regresar a consulta y al laboratorio cada 4 meses para evaluar los resultados.

No debemos permitir que la ERC evolucione a estadio 5 (menos del 15 % de función), los cuales por su tratamiento se conoce como Insuficiencia Renal Crónica Terminal (IRC), en la cual como su nombre lo dice, los riñones son insuficientes para realizar sus tareas. En esta etapa, ya es necesario el inicio de diálisis o recibir un trasplante de riñón.

En las enfermedades crónicas debemos de ser dueños y responsables de nuestra salud. Imaginemos:

El médico está en la torre de control, analiza los instrumentos y da instrucciones. Quien conduce el “avión de tu vida” eres tú. Para evitar que la ERC avance debes:

1. Conocerte, cuidar tu cuerpo, tu entorno y periódicamente realizarte estudios.
2. Seguir al pie de la letra las recomendaciones del médico y del área de nutrición.
3. Regresar a consulta cuando te sea señalado. La ERC no se cura sola.
4. Comer menos grasa, cero sal y nunca tomar refrescos y otras bebidas señaladas en tu plan de nutrición y,
5. Mantener actividad física al menos 30 minutos continuos. Leíste bien, ¡continuos!

Revisa y cursa. Así de sencillo podrás aprender y dar un mejor consejo a quien de ti necesite.

Dr. José Arreola y Mtro. Miguel Ángel Mejía